Un detalle que guarda recuerdos para siempre
Dicen que las flores se marchitan… pero las que se regalan con el corazón, duran toda la vida ✨
Este cuadro está pensado justo para eso: para regalar un pedacito de amor eterno. Un detalle especial, delicado y lleno de intención, ideal para sorprender en Sant Jordi, en San Valentín o simplemente porque sí… porque hay personas que merecen tener su propia rosa eterna.
Su protagonista es un ramillete artesanal que incluye una preciosa rosa preservada acompañada de flores preservadas en tonos neutros. Cada uno se prepara de forma única, por lo que nunca habrá dos cuadros exactamente iguales… y eso lo hace todavía más especial.
Además, podrás personalizar la plaquita de madera con vuestros nombres, una frase que lo diga todo, una fecha o esa palabra que solo vosotros entendéis. Total libertad para hacer de este detalle, el vuestro.
→ Perfecto para parejas que buscan un regalo diferente y con alma.
→ Ideal si quieres transformar un “te quiero” en algo que se pueda mirar, tocar y guardar para siempre.
→ Y sí, se entrega preparado con mucho mimo para que solo tengas que preocuparte de ver su cara de sorpresa al recibirlo.